¿Por qué Formosa?

De pendejo no paraba de preguntarme eso. Mis viejos eran porteños y allá tenían todo: el Italpark, river-boca y cines con estrenos que a Fromosa llegaban años después, cuando el celuloide estaba tan gastado que ninguna otra provincia lo quería.
Formosa era solo pobreza, alimañas, calor y el Pombero. Un lugar del que la gente se iba y no volvía. Y ahí nací yo, en ese olvido.Cuando les preguntaba por que se habían ido de Buenos Aires, respondían con evasivas.
Pero una mañana, en cuarto grado, los maestros contaron que volvía la democracia. Que antes gobernaba un tal Videla que odiaba a los que pensaban como mis viejos, y que como ellos, muchos se habían mudado a las fronteras para irse del rápido del país si alguna noche un amigo les avisaba que los estaban buscando en un Falcon verde.

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